El uso medicinal de la planta de cáñamo tiene más de 4000 años. Los antiguos chinos utilizaban el cáñamo contra la malaria, el reumatismo y para las inflamaciones, entre otras cosas. El cáñamo fue recetado al emperador romano Nerón como analgésico y sedante por su médico personal. El cannabis fue uno de los remedios más importantes no sólo en la antigüedad, sino también en la Edad Media y en los tiempos modernos. Hildegard von Bingen, Martín Lutero, la reina Victoria de Inglaterra... la lista de consumidores de cannabis medicinal podría ser interminable. Aunque el cannabis se seguía recetando para más de 100 afecciones médicas en los Estados Unidos hasta la prohibición del cáñamo en 1937, se eliminó de la lista de medicamentos en 1941. El uso médico del cannabis casi desapareció durante los años de la guerra, pero la investigación sobre una de las plantas medicinales más antiguas conocidas por el hombre continuó en segundo plano.
La investigación moderna sobre el cáñamo comenzó con el aislamiento del principio activo psicotrópico más importante, el delta-9-THC, en 1964 por investigadores de la Universidad de Jerusalén. En los últimos años, sobre todo gracias al descubrimiento de los endocannabinoides (los receptores o sitios de unión del cuerpo para los cannabinoides en el cerebro), ha habido un renovado interés en el cáñamo y sus ingredientes activos como remedio. El uso del cannabis como medicina está ahora reconocido en muchos países y, por ejemplo, vuelve a ser completamente legal en varios estados de Estados Unidos.
Campos de aplicación médica:
- El cáñamo ayuda a los pacientes con cáncer y SIDA a combatir las náuseas y los vómitos, que suelen producirse como efecto secundario de la quimioterapia y los medicamentos agresivos. Además, el cáñamo aumenta el apetito y, por tanto, frena la emaciación típica de la enfermedad en los pacientes.
- Los espasmos se benefician de las propiedades antiepilépticas de las resinas de cáñamo, y los resultados terapéuticos positivos en el síndrome de Tourette y enfermedades similares también se atribuyen a este efecto del THC.
- El cáñamo ayuda a los pacientes con glaucoma al reducir la presión intraocular. En muchos casos, la ceguera inminente se retrasa o incluso se evita.
- Los pacientes de esclerosis múltiple aprecian el efecto analgésico y estimulante del apetito.
- El THC alivia los espasmos asmáticos al dilatar los bronquios. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, el cáñamo favorece la curación de la neumonía y otras enfermedades respiratorias. Sin embargo, se sospecha que fumar cáñamo aumenta el riesgo de cáncer. Sin embargo, el uso de un vaporizador elimina casi por completo este riesgo.
El cáñamo también funciona muy bien en dosis bajas para el dolor neuropático como la migraña, la artritis, el dolor menstrual o las enfermedades degenerativas del sistema musculoesquelético.
El efecto de elevación del estado de ánimo del cáñamo le ayudó a ganarse un lugar firme en el espectro terapéutico para la depresión reactiva y neurótica. Por otro lado, según otras fuentes, al menos un uno por ciento de los consumidores de cáñamo tienen que contar con el brote de una psicosis paranoide y esquizofrénica latente. El consumo frecuente de cáñamo puede aumentar el riesgo de desarrollar depresión o esquizofrenia más adelante.
Además, los pacientes señalan efectos muy positivos en afecciones tan diversas como alergias, picores, hipo, acúfenos, irritación intestinal e incluso cáncer.
La rueda de los cannabinoides
propiedades medicinales positivas de la marihuana:
- relajante muscular
- antiepilépticos
- que levanta el ánimo
- antiséptico
- mejora del apetito
- analgésico
- tranquilizador
- que induce al sueño
- antiinflamatorio
- broncodilatador
- disminución de la presión intraocular
- antibacteriano
