¿Cannabis para la depresión?

Las investigaciones actuales sobre el cannabis demuestran que la marihuana puede ser eficaz en el tratamiento de ciertos trastornos psiquiátricos, en particular la depresión o el trastorno bipolar. Lester Greenspoon, profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, ve un gran potencial en el cannabis para el tratamiento de enfermedades mentales y lo considera una modalidad de tratamiento eficaz, especialmente para el trastorno bipolar y la depresión. Al mismo tiempo, señala que el cannabis, como cualquier otro medicamento, no ayudará a todas las personas con una enfermedad depresiva. El profesor Greenspoon es uno de los pocos psiquiatras de las últimas décadas que ha estado dispuesto a hablar públicamente sobre los efectos psiquiátricos de la marihuana.

La depresión clínica, especialmente las formas graves, es una enfermedad muy grave. Las personas que padecen esta enfermedad tienen sentimientos de tristeza y baja autoestima a largo plazo, a menudo debilitantes. Incluso pueden experimentar pensamientos suicidas. La depresión hace que las tareas ordinarias y cotidianas sean difíciles o incluso imposibles. Una vez que el médico diagnostica un trastorno depresivo basándose en los síntomas, se recetan habitualmente medicamentos. Hay muchos tipos de antidepresivos: antidepresivos tricíclicos, IMA (inhibidores de la monoaminooxidasa), ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), IRSN (inhibidores de la recaptación de serotonina o epinefrina) y algunos otros.
En un análisis publicado en el Journal of the American Medical Association (enero de 2010), se describió que los antidepresivos sólo son eficaces en personas con depresión grave. Los pacientes con depresión leve o moderada no obtuvieron ningún beneficio de los antidepresivos prescritos. Sin embargo, estos medicamentos se recetan con gran frecuencia a pacientes que obtienen poco o ningún beneficio médico de ellos. Además, también se da el caso de que muchos enfermos sufren los efectos secundarios de los antidepresivos. A veces los efectos secundarios son incluso peores que los síntomas de la depresión.

El cannabis medicinal se ha utilizado durante siglos para tratar la depresión. Un clérigo inglés llamado Robert Burton declaró en 1621 que el cannabis era un medicamento útil para tratar la depresión. Se utilizó en la India hace más de 400 años y fue recetado por los médicos de Inglaterra en el siglo XVII para tratar la depresión. En 1890, un médico británico llamado JR Reynolds analizó el consumo de cannabis durante los 30 años anteriores. Descubrió que el uso a largo plazo tenía un efecto positivo en pacientes con depresión y otras afecciones como el asma, la epilepsia y el dolor nervioso, y que era muy útil. Numerosos pacientes declararon tener menos síntomas depresivos cuando consumían cannabis.

Depresión y cannabis

Recientes encuestas a pacientes en los Estados Unidos muestran que muchos pacientes que sufren de depresión están siendo tratados con cannabis con buenos resultados. Los investigadores han descubierto que dosis bajas de cannabis aumentan los niveles de serotonina en el cerebro y ayudan a mejorar el estado de ánimo. Algunos científicos creen que las dosis más altas de cannabis pueden ser más propensas a aumentar los síntomas de la depresión porque es más probable que agoten los niveles de serotonina. Existen numerosos estudios científicos, a veces contradictorios, sobre el uso del cannabis para la depresión. Por ello, muchos médicos aconsejan a los pacientes deprimidos que mantengan la dosis de marihuana medicinal con moderación y que vigilen de cerca sus propios síntomas para poder ajustar la dosis con precisión. En combinación con otras formas de tratamiento, la marihuana medicinal puede ayudar a aumentar el éxito de la terapia y promover un estilo de vida saludable.

Marihuana y depresión, ¿una relación de amor-odio?

Mientras que algunos científicos creen que la marihuana puede desencadenar la depresión, otros sostienen que el cannabis reduce sus efectos. Lo que sí es cierto es que todavía no hay suficientes pruebas de que el cannabis cause depresión.
Por el contrario, diversos estudios demuestran que el cannabis es un potente antidepresivo en dosis bajas.

Cuando la marihuana se consume en dosis bajas, el ingrediente activo THC aumenta la serotonina en el cerebro, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo. El efecto es similar al de los antidepresivos ISRS, como el Prozac. El vínculo entre la marihuana y la reducción de los síntomas de la depresión está en los componentes activos intoxicantes de la planta. Los científicos creen que esto se debe a la similitud química entre la marihuana y las sustancias que se producen naturalmente en el cerebro, llamadas endocannabinoides. El cuerpo humano segrega estas sustancias cuando experimenta un dolor o un estrés extremos. Utilizando estructuras conocidas como receptores CB1, los endocannabinoides (cannabinoides producidos naturalmente en el cuerpo) son capaces de interactuar con el cerebro. Se cree que los receptores CB1 influyen directamente en la producción de serotonina en el cerebro.

Numerosos informes de pacientes que consumen cannabis y observaciones de ensayos clínicos con cannabinoides apuntan al potencial antidepresivo de la marihuana. Las personas que sufren una depresión grave y completa nunca deben iniciar un tratamiento por sí mismas y siempre deben acudir al médico. Para los pacientes que sufren una forma leve de depresión, estados de ánimo depresivos o melancolía, se pueden conseguir efectos muy positivos con la dosis adecuada de cannabis.

Primeros descubrimientos de que el THC reduce la actividad cerebral relativa a los impulsos negativos

En 2013, un equipo de investigadores de los Países Bajos publicó un estudio en la revista European Neuropsychology centrado en los efectos del tetrahidrocannabinol (THC) en los seres humanos al procesar contenidos emocionales. Para evaluar el procesamiento, los investigadores utilizaron la tecnología de imágenes por resonancia magnética (IRM). Se midió la actividad cerebral en once voluntarios. Se mostró a los voluntarios una serie de caras con diferentes emociones y se les preguntó si la persona estaba feliz o ansiosa. Esta tarea se utilizó para averiguar hasta qué punto el THC afecta a la recepción de emociones. Lo que encontraron fue muy interesante. En comparación con el grupo de placebo, los que habían tomado THC mostraron menos precisión a la hora de identificar emociones negativas y, al mismo tiempo, no perdieron precisión cuando se trataba de caras con emociones positivas. El THC reduce la actividad cerebral en respuesta a los estímulos negativos, pero no a los positivos. Según el estudio, la administración de THC reduce los impulsos negativos en el procesamiento emocional.

Es de esperar que se siga investigando en este ámbito para obtener información de fondo aún más detallada sobre los posibles usos del cannabis y las correlaciones en el tratamiento de la depresión. Es especialmente interesante averiguar hasta qué punto la interacción de los diferentes cannabinoides desempeña un papel y qué combinaciones son útiles en detalle. En los países en los que el uso médico del cannabis está aprobado, los pacientes tienen la posibilidad de probar diferentes cepas y sus efectos para finalmente descubrir qué cepa es la más efectiva para ellos y en muchos casos pueden incluso evitar el uso de medicamentos recetados.

Algunos bancos de semillas de cannabis recomiendan el uso de algunas cepas para los trastornos depresivos y se utilizan a menudo en este ámbito debido a su modo de acción:

Fuentes: Universidad McGill (2007, 24 de octubre). Cannabis: Potente antidepresivo en dosis bajas empeora la depresión en dosis altas. Science Daily. Obtenido el 29 de abril de 2011, de http://www.sciencedaily.com/releases/2007/10/071023183937.htm

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