Las flores se desarrollan constantemente y se vuelven más grandes y densas. Después de unas 5-6 semanas, los primeros pelos blancos empiezan a volverse marrones. La flor va madurando poco a poco. A partir de ahora y hasta la cosecha, las flores son muy susceptibles a la podredumbre de los capullos. Por lo tanto, hay que mantener la humedad por debajo del 40% y dirigir un ventilador giratorio hacia los cogollos para que estén bien ventilados. Los cogollos se vuelven cada vez más densos, compactos y resinosos. El número de pelos blancos que sobresalen ha crecido constantemente. Existen potenciadores de floración especiales para la fertilización (por ejemplo, Cannaboost o BioBudFlower Stimulator), que puede utilizarse a voluntad en esta fase para suministrar a la planta más fósforo y otros nutrientes.

Última floración y madurez

 

Entre 5 y 10 días antes de la cosecha, riegue y enjuague la maceta con agua limpia o con una solución limpiadora para eliminar los restos de fertilizante en las hojas y la flor. El exceso de agua debe salir por los agujeros del fondo. Las plantas sólo deben regarse con agua clara en los últimos 7-14 días antes de la cosecha. Soluciones especiales de limpieza, como Canna Flush, eliminan más rápidamente los residuos de los fertilizantes y se utilizan en los últimos días antes de la cosecha.

2 días antes de la cosecha, se puede dejar la luz completamente apagada. La falta de luz estimula a la planta a producir más flores y resina. Muchos cultivadores informan de experiencias positivas al respecto. No regar las plantas hasta 2 días antes de la cosecha. Por supuesto, debes mantener el ventilador y el filtro de carbón activado en funcionamiento, aunque sólo sea por el olor.

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